La terapia Craneosacral (TCS) es un método no invasivo y sutil de diagnóstico y tratamiento manual.  Su práctica se ha desarrollado durante más de 50 años.

Su nombre se debe a que entre el cráneo y el sacro existe un movimiento rítmico por la producción y absorción de líquido cefalorraquídeo.  Gracias a la conexión con el sistema nervioso central y la conexión global en todo el cuerpo por el sistema fascial, podemos llegar con profundidad a tratar lesiones de todo tipo presentes en el cuerpo. De este modo, es posible liberar las restricciones que se encuentran en los tejidos para ayudar a restaurar el equilibrio que ha perdido el organismo a causa de la disfunción.

Este tratamiento no sólo actúa a nivel físico, también restablece la salud a nivel emocional, actúa sobre el sistema nervioso central y periférico y sobre el sistema hormonal, ya que uno de los huesos más importantes del cráneo, el esfenoides, que integra la silla turca, es el lugar donde localizamos la hipófisis, que es la directora de orquesta de todas las hormonas de nuestro cuerpo. Por tanto a nivel emocional actúa sobre el estrés, fobias, ansiedad…