Osteopatía
La Osteopatía no se considera una medicina alternativa ni una profesión para-médica. Es una terapia englobada en las llamadas “medicinas manuales”, surgida a finales del siglo XIX en EEUU de la mano de Andrew Taylor Still. En las últimas décadas, España ha experimentado un gran desarrollo en lo que a esta terapia se refiere, pero aún está lejos de países como Canadá, Japón, Australia e Inglaterra, donde la Osteopatía coexiste oficialmente con otras profesiones de la salud.
La Osteopatía es una disciplina sanitaria, que engloba un conjunto de conocimientos basados en la anatomía y fisiología del cuerpo humano, en cómo intervienen los diferentes tejidos en la producción de la enfermedad y en la aplicación de técnicas que normalicen las funciones alteradas. Aunque se relacione fundamentalmente con problemas que afectan al aparato locomotor, lo cierto es que trata al ser humano de forma global, como un todo, consiguiendo el equilibrio perturbado mediante técnicas manuales dirigidas a los tejidos afectados tanto en el sistema musculoesquelético como en los sistemas visceral, nervioso…). A su vez es importante comprender que los mecanismos de autorregulación en el organismo están asegurados por el sistema nervioso, circulatorio y linfático. Si se alteran estos mecanismos intrínsecos, puede llevar a estados patológicos o, al menos, disfuncionales. La intervención osteopática podría actuar sobre todo en estados pre-patológicos (en fases de desarreglo funcional, de manifestaciones sintomáticas iniciales…), pero por falta de información, la mayoría de las veces se acude a tratamiento osteopático en fases avanzadas de alteración de salud, donde evidentemente la efectividad del tratamiento es menor.
La Osteopatía, en un contexto de abordaje holístico, promueve el equilibrio mecánico del conjunto de los tejidos corporales musculoesqueléticos, nerviosos, viscerales, circulatorios… y lo hace con la aplicación de técnicas manuales dirigidas a los tejidos identificados como patológicos en el diagnóstico funcional osteopático
Osteopatía Craneal
Osteopatía estructural
Dirigida al sistema musculoesquelético, donde aplicamos diversas técnicas adaptadas a cada disfunción. Podríamos enumerarlas en técnicas con impulso, técnicas articulares, técnicas de tejidos blandos (músculos y fascias) y técnicas de energía muscular
Osteopatía visceral
Orientada a actuar sobre los tejidos que participan en las funciones de las vísceras, los músculos, los vasos sanguíneos, los nervios, las envolturas de las vísceras, su sistema peritoneal y en los receptores existentes en dichos sistemas. Igualmente estaría basada en técnicas manuales que ayudan a liberar interrupciones en el flujo de la movilidad de estos sistemas
Osteopatía craneal y terapia craneosacra
Actuando también mediante técnicas manuales, liberan y facilitan la micromovilidad del cráneo y el conjunto de la relación craneosacra. Algunas consecuencias de alteraciones posturales, traumatismos o desequilibrios musculares, pueden afectar a nervios craneales, arterias, glándulas y otros tejidos, lo que puede provocar neuralgias, dificultades de visión, audición, alteraciones de algunas funciones glandulares, vértigos, migrañas, e incluso a través del sistema nervioso vegetativo, trastornos digestivos, respiratorios o vasculares.
¿Qué problemas más frecuentes se tratan con la osteopatía?
El campo de actuación se orienta a todas las estructuras del cuerpo humano y, en lo que se refiere al aparato locomotor, tiene importantes indicaciones en disfunciones que cursan con dolor a nivel de la columna vertebral (cervicalgias, neuralgias, tortícolis, dorsalgias, lumbalgias, ciáticas y, en general, neuralgias de origen vertebral o síndromes compresivos periféricos), o a nivel del tronco, región costal, así como dolores en los miembros superiores o inferiores (secuelas de traumatismos, esguinces, tendinopatías etc). Igualmente tienen indicación especial las cefaleas y síndromes migrañosos, vértigos, trastornos digestivos funcionales, e igualmente de los sistemas cardiorrespiratorio, circulatorio, ginecológico etc. Multitud de trastornos relacionados con la articulación temporomandibular tienen indicación de tratamiento osteopático, es decir, la relación entre el odontólogo y el osteópata amplifica los resultados en el tratamiento de los trastornos oclusales y odontológicos en general.
El Osteópata debe ser un sanitario con una amplia formación curricular, ya que tiene que saber dónde, cómo y cuándo actuar, pero también debe tener claro dónde no aplicar tratamientos. En este sentido recomendamos, cuando se busque a un Osteópata, que se exija un nivel curricular con estándares europeos (1.500 horas de formación)